Summary: A veces lo que buscas
está a tu lado
y a veces SIEMPRE estuvo ahí.
"Universo Alterno"
Rating: (T)
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Un Nuevo Amigo
- ¿De
verdad mamá? ¿iremos a La Push? –Pregunto la pequeña de ojos marrones
- Si
pequeña, solo hay que esperar que papá baje para que nos lleve – explico con
una radiante sonrisa la madre.
- Papá
apúrate – gritó un segundo después
- Ya
voy, ya voy – el padre de cabellos cobrizos descendió las escaleras y se paro
junto a su amada esposa – deberías enseñarle a tu hija sobre la paciencia Bella
– rie pícaramente y besa a su esposa.
- Ajá
y tu deberías tratar de inculcarle la puntualidad y no lo contrario Edward – se
jacta la esposa dándole una mirada seductora al rubio.
Y así sin más, salen los 3 en el auto con
dirección a la playa La Push, Bella antes de salir se ha asegurado que su
pequeña hija de 7 años esté bien abrigada pues no quiere que se enferme pero…
la pequeña Renesmee es tan delicada que no puede evitar pensar que tal vez
sería mejor no ir.
Edward repara en los ojos tristes de su
esposa mismos que tiene su pequeña, el sabe lo que ella está pensando y tiene
toda la razón pues su hija en sus cortos 7 años de vida ha estado más tiempo en
el hospital que ellos dos juntos. El padre no puede evitar suspirar y nadie lo
culpa, nadie puede, justo a él debía pasarle eso, no era justo que su pequeña
tuviera esa enfermedad inmunológica.
Edward miró a Bella, ellos siempre se
habían comprendido con solo mirarse, ambos suspiraron al entenderse pero no
podían dar marcha atrás, Renesmee estaba muy emocionada, era la primera vez que
iría a La Push, más bien era la primera vez que salía a una playa ya que dados
sus numerosos problemas ella casi vivía en confinamiento. Además el médico les
había dicho que la pequeña estaba débil y triste y eso no la favorecía en nada,
era necesario que interactúe con otra gente y que hiciera ejercicio como todos,
Carlisle su médico en síntesis había dicho que Renesmee necesitaba sentirse
normal.
Y es por esto que Bella y Edward siguen su camino escuchando como su pequeña
canta y habla con sus amigos imaginarios en el asiento de atrás.
Cuando llegan Renesmee no puede contener
su alegría y se desespera cuando su su madre tarda en quitarle el cinturón de
seguridad, sin embargo una vez fuera del auto repara en que en serio está frio
pero no le importa, incluso ese viento que recorre su piel es una sensación
nueva, los olores que llenan sus pequeñas fosas nasales son tan nuevos para
ella.
Sus padres observan a su hija que no
pueda dar tres pasos seguidos sin distraerse con algo y sonríen, Edward saca
sus cosas del auto, la familia ha planeado hacer un picnic y quedarse en la
playa hasta las seis de la tarde.
- Papi ¿puedo ir a jugar con la arena?
- Claro
cielo pero no te acerques mucho a la orilla y mantente cerca ¿de acuerdo?
- Sí,
me llaman para el almuerzo
Renesmee se aleja buscando el lugar
perfecto para jugar, debe tener mucha arena pero no debe estar muy húmeda, ella
camina y camina volcando de rato en rato para ver a su padres, cuando se
detiene es porque encuentra un zapato, está bastante desgastado pero… ella
piensa que debe ser de alguien, pues es la primera cosa que se puede considerar
basura que ella haya visto.
Empieza a buscar con la mirada a algún
niño que solo tenga un zapato pero hay tantos niños que se le hace difícil, sin
embargo su atención es captada por una porción de arena que a simple vista se
ve prometedora y con el zapato en mano se dirige a ese lugar.
Cuando llega se da cuenta de que hay un
niño sentado atrás de un gran piedra, se inclina un poco y puede ver un pie descalzo. Una
sonrisa se forma en su rostro ha encontrado al dueño del zapato y sin pensarlo
dos veces se para frente a él.
- HOLA!
– prácticamente grita emocionada de hablar con alguien y de haber terminado su
búsqueda
El niño que estaba abrazando sus rodillas
y escondiendo su cabeza en ellas se asusta con el grito de la rubia y se golpea
la cabeza con la piedra al levantarla muy de golpe.
Renesmee abre la boca, no era su intensión asustarlo, el niño lleva sus
pequeñas manos a su cabeza y empieza a sobarse, no grita y ni se queja pero
lágrimas traicioneras caen de sus ojos.
- Por
favor no llores – Renesmee se pone de rodillas a su lado para analizar al niño.
El pequeño de
tez morena observa a la pequeña y repara en que es demasiado blanca y además es
una niña, el nunca ha hablado con una, bueno tiene una hermana llamada Leah
pero… Leah no es una chica ¿o sí? El no sabe si contestarle o no pero tampoco
puede evitar llorar, le ha dolido mucho.
Renesmee mira
con curiosidad a aquel niño que esta sorbiendo su nariz tratando de calmar su
llanto aunque sin resultados, el tiene la piel más oscura que ella, no es que
casi todos no la tengan pues ella es en serio pálida incluso más que su padre y
eso es decir mucho ella sabe que esa es una de las razones por las que va a ver
a Carlisle casi todos los días. Pero este
chico es color canela o incluso más oscuro aunque su piel parece brillar
desde ciertos ángulos.
Renesmee no
puede evitar acercarse más, no le gusta que llore y hace lo que hace su madre
cuando ella llora, limpia con el dorso de su mano las lágrimas del niño viendo
así aún más el contraste de sus pieles.
Jake al sentir
esa pequeña mano en su rostro deja de respirar, nunca nadie lo ha tocado
de esa forma, no para limpiar sus lágrimas, usualmente estas se secan por si
solas. Cuando Renesmee termina le regala una sonrisa y el tiene miedo nunca
nadie se le ha acercado así y menos una chica.
- No
voy a morderte – dice ella – no soy un
monstruo – ladea la cabeza buscando que la piel del niño brille – me llamo Renesmee Carlie Masen
- tiende su mano.
El pequeño la
mira extrañado ¿Qué clase de nombre es ese? Y ¿Por qué estira su mano? ¿Quiere
tocarlo de nuevo?
- Jacob
Black – dice simplemente pues su abuelo le ha dicho que no hay que ser
maleducado.
- Estrecha
mi mano Jacob – el moreno frunce el
seño - así – dice Renesmee tomando la
mano de Jacob y moviéndola como su padre le ha enseñado que se saluda.
- ¿Por
qué? – Jacob está confundido pero la mano de esa niña se siente bien contra la
suya.
- Porque
así se saluda a un nuevo amigo – ella sonríe
- Oh
y ¿Cuánto tiempo tenemos que hacerlo?
Renesmee suelta
su mano en ese instante pues se da cuenta que no lo había soltado, no sabe
porqué pero le da vergüenza y sus mejillas están sonrosadas, algo que no se ve
todos los días.
Jacob sonríe,
le gusta ese gesto que acaba de hacer la niña además su cara se ha tenido
color, a él no le han pasado
desapercibidos algunos caracteres de la pequeña como que es muy blanca… como la
nieve – sonríe – a él le gusta la nieve y que es rubia, no exageradamente como
en algunas chicas que ha visto en la playa pero es rubia como el sol – vuelve a
sonreír – la niña es nieve y sol en una sola, eso es extraño pero le gusta.
- Eres
muy blanca – comenta
- Oh
si, y tu eres… no blanco – Jacob ríe fuerte
- Soy
un Quileute, nosotros no somos blancos
- ¿Qué
es un Quillote?
- Quileute,
es una tribu, mi tribu vive aquí en la reservación.
- Oh
yo no sé que soy
- Eres
una cara pálida, eso dijo mi abuelo aunque para mi te pareces mas a la
nieve.
- Me
gusta la nieve
- ¿cómo
me dijiste que te llamas? ¿renam?
- Renesmee
– la pequeña bufa pues nunca nadie puede decir su nombre y Carlie no le gusta
- Es
extraño – dice Jacob – tanto como mi segundo nombre por eso no lo uso
- ¿Cuál
es?
- Ephraim
– dice con dificultad – soy Jacob
Ephraim Black
- Mejor
te digo Jake – ella sonríe y él se extraña
- ¿Por
qué?
- Porque
eso hacen los amigos se ponen… apodos, sí
eso eran, los amigos se ponen apodos tiernos – ella se ríe – además Jake
te sienta bien.
- Tu
y yo… ¿somos amigos?
- Bueno
yo te cuide cuando lloraste y tú me enseñaste cosas como que soy una cara pálida
y tu un no sé qué cosa y además me dijiste algo bonito, así que sí somos amigos
porque eso es lo que hacen los amigos. – termina
- Ok,
entonces yo te diré… Nessie
- ¿Qué?
¿Cómo el monstruo?
- Ajá,
mi abuelo dice que es especial y tú eres especial, además es algo que puedo
decir y me gusta.
- Ok
a mí también Jake…. Mmm ¿quieres hacer castillos de arena? Es la primera vez
que haré uno – ofreció la pequeña
- Claro,
mi abuelo y yo lo hacemos siempre que viene a visitarme… yo puedo enseñarte si
quieres.
Renesmee
asintió emocionada y ambos niños se acomodaron para realizar su castillo, Jake
era muy bueno en esto y Nessie se frustraba ante esto pues ella quería
ayudarlo.
Desde el otro
lado Edward observaba a su hija jugando con un niño y al parecer por su apariencia
era un Quileute, a él le agradaban estas personas, en más de una vez había
trabajado con ellos, pues al ser Biólogo había conseguido que lo dejaran
experimentar con especies de la reservación además de haber hecho un proyecto
acerca de la preservación del lugar.
Bella observó a
su esposo y sonrió para sí era tan propio de él
perderse en sus pensamientos, se paró
y camino hacia él tratando de ver lo él veía y sonrió aún más su pequeña
hacía un castillo de arena con un niño, ella se veía tan feliz y su madre claro
también lo estaba su hija ya estaba más cerca de ser una niña normal, ahora
solo esperaba que no tenga una recaída.
Jake termino de
poner el último detalle a su torre, estaba perfecta justo como su abuelo le
había enseñado, levantó la mirada para ver la torre de Nessie y se encontró con
esos ojos marrones que había notado cuando ella le limpió los ojos pero esta
vez estaban llorosos, él no entendía que pasaba, bajo la vista a ver la torre y
no vio nada parecido a lo que buscaba.
El entendió al
instante y se acerco a Nessie, ella dejo caer una lágrima y se limpio con la
mano observando a Jake. Este tomó las manos de Nessie colocando sus manos por
encima de las de ella y empezó a acomodar la tierra, Nessie se fue
acostumbrando al movimiento y pudo terminar de hacerlo ella sola.
- Gracias
– dijo ella
- De
nada, es lo que hacen los amigos ¿no?
- Sí,
eso es cierto
- Renesmee
vámonos ya es tarde – gritó su padre
- Oh
no – bufó ella – mmm Jake ¿vienes aquí todos los días?
- Ah
sí no me gusta estar mucho en casa
- Bien
le pediré a mi mamá venir mañana en la tarde ¿nos vemos aquí?
- Claro
Nessie, adiós – dijo Jake con una sonrisa muy triste
Renesmee colocó
un dedo sobre los labios de este provocando que Jake deje de rspirar de nuevo.
- Shhh
– dijo – no adiós Jake, hasta luego, yo no quiero despedirme de ti. – y si
decir más corrió junto a su padre
Jake la observo irse en brazos de un
rubio y vio que ella le hizo un gesto con la mano, el la imito y ella sonrió y
desapareció de su vista.
Jake miro sus torres y se volvió a sentar
donde antes de que Nessie llegue se había sentado, suspiro profundamente, no
quería llegar a casa de seguro su padre seguiría borracho y eso solo podría
significar que a él le tocaría una
golpiza.
Decidió quedarse ahí hasta que su madre o
Leah vinieran por él, igual lo regañarían y quizá pegaran pero al menos habría
hecho algo para ello.
Se acomodó en la piedra y susurro: