Aclaración

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Advertencia:

La mayoría de los fics en este blog tienen contenido para mayores de 16 o 18 años, y/o gente con mentalidad abierta por *lemon... así que los fics tienen clasificación (Rating) para que los puedas identificar:


M - (Mature: Adultos)
T - (Teens: Adolescentes)
K - (Kids: Para todas las edades)

*Lemon = Situaciones sexuales.

Gracias J

jueves, 26 de enero de 2012

Lo Decidió El Destino


Summary: A veces lo que buscas está a tu lado

y a veces SIEMPRE estuvo ahí.

"Universo Alterno"

Rating: (T)
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Un Nuevo Amigo 


-  ¿De verdad mamá? ¿iremos a La Push? –Pregunto la pequeña de ojos marrones

-  Si pequeña, solo hay que esperar que papá baje para que nos lleve – explico con una radiante sonrisa la madre.

-  Papá apúrate – gritó un segundo después

-  Ya voy, ya voy – el padre de cabellos cobrizos descendió las escaleras y se paro junto a su amada esposa – deberías enseñarle a tu hija sobre la paciencia Bella – rie pícaramente y besa a su esposa.

-  Ajá y tu deberías tratar de inculcarle la puntualidad y no lo contrario Edward – se jacta la esposa dándole una mirada seductora al rubio.

Y así sin más, salen los 3 en el auto con dirección a la playa La Push, Bella antes de salir se ha asegurado que su pequeña hija de 7 años esté bien abrigada pues no quiere que se enferme pero… la pequeña Renesmee es tan delicada que no puede evitar pensar que tal vez sería mejor no ir.

Edward repara en los ojos tristes de su esposa mismos que tiene su pequeña, el sabe lo que ella está pensando y tiene toda la razón pues su hija en sus cortos 7 años de vida ha estado más tiempo en el hospital que ellos dos juntos. El padre no puede evitar suspirar y nadie lo culpa, nadie puede, justo a él debía pasarle eso, no era justo que su pequeña tuviera esa enfermedad inmunológica.

Edward miró a Bella, ellos siempre se habían comprendido con solo mirarse, ambos suspiraron al entenderse pero no podían dar marcha atrás, Renesmee estaba muy emocionada, era la primera vez que iría a La Push, más bien era la primera vez que salía a una playa ya que dados sus numerosos problemas ella casi vivía en confinamiento. Además el médico les había dicho que la pequeña estaba débil y triste y eso no la favorecía en nada, era necesario que interactúe con otra gente y que hiciera ejercicio como todos, Carlisle su médico en síntesis había dicho que Renesmee necesitaba sentirse normal.

Y es por esto que Bella y Edward  siguen su camino escuchando como su pequeña canta y habla con sus amigos imaginarios en el asiento de atrás.

Cuando llegan Renesmee no puede contener su alegría y se desespera cuando su su madre tarda en quitarle el cinturón de seguridad, sin embargo una vez fuera del auto repara en que en serio está frio pero no le importa, incluso ese viento que recorre su piel es una sensación nueva, los olores que llenan sus pequeñas fosas nasales son tan nuevos para ella.

Sus padres observan a su hija que no pueda dar tres pasos seguidos sin distraerse con algo y sonríen, Edward saca sus cosas del auto, la familia ha planeado hacer un picnic y quedarse en la playa hasta las seis de la tarde.

-  Papi  ¿puedo ir a jugar con la arena?

-  Claro cielo pero no te acerques mucho a la orilla y mantente cerca ¿de acuerdo?

-  Sí, me llaman para el almuerzo

Renesmee se aleja buscando el lugar perfecto para jugar, debe tener mucha arena pero no debe estar muy húmeda, ella camina y camina volcando de rato en rato para ver a su padres, cuando se detiene es porque encuentra un zapato, está bastante desgastado pero… ella piensa que debe ser de alguien, pues es la primera cosa que se puede considerar basura que ella haya visto.

Empieza a buscar con la mirada a algún niño que solo tenga un zapato pero hay tantos niños que se le hace difícil, sin embargo su atención es captada por una porción de arena que a simple vista se ve prometedora y con el zapato en mano se dirige a ese lugar.

Cuando llega se da cuenta de que hay un niño  sentado  atrás de un gran piedra, se inclina  un poco y puede ver un pie descalzo. Una sonrisa se forma en su rostro ha encontrado al dueño del zapato y sin pensarlo dos veces se para frente a él.

-  HOLA! – prácticamente grita emocionada de hablar con alguien y de haber terminado su búsqueda

El niño que estaba abrazando sus rodillas y escondiendo su cabeza en ellas se asusta con el grito de la rubia y se golpea la cabeza con la piedra al levantarla muy de golpe.

Renesmee abre la boca, no era su  intensión asustarlo, el niño lleva sus pequeñas manos a su cabeza y empieza a sobarse, no grita y ni se queja pero lágrimas traicioneras caen de sus ojos.

-  Por favor no llores – Renesmee se pone de rodillas a su lado para analizar al niño.
El pequeño de tez morena observa a la pequeña y repara en que es demasiado blanca y además es una niña, el nunca ha hablado con una, bueno tiene una hermana llamada Leah pero… Leah no es una chica ¿o sí? El no sabe si contestarle o no pero tampoco puede evitar llorar, le ha dolido mucho.
Renesmee mira con curiosidad a aquel niño que esta sorbiendo su nariz tratando de calmar su llanto aunque sin resultados, el tiene la piel más oscura que ella, no es que casi todos no la tengan pues ella es en serio pálida incluso más que su padre y eso es decir mucho ella sabe que esa es una de las razones por las que va a ver a Carlisle casi todos los días. Pero este  chico es color canela o incluso más oscuro aunque su piel parece brillar desde ciertos ángulos.
Renesmee no puede evitar acercarse más, no le gusta que llore y hace lo que hace su madre cuando ella llora, limpia con el dorso de su mano las lágrimas del niño viendo así aún más el contraste de sus pieles.
Jake al  sentir  esa pequeña mano en su rostro deja de respirar, nunca nadie lo ha tocado de esa forma, no para limpiar sus lágrimas, usualmente estas se secan por si solas. Cuando Renesmee termina le regala una sonrisa y el tiene miedo nunca nadie se le ha acercado así y menos una chica.
-  No voy a morderte – dice ella – no  soy un monstruo – ladea la cabeza buscando que la piel del niño  brille – me llamo Renesmee Carlie Masen -  tiende su mano.
El pequeño la mira extrañado ¿Qué clase de nombre es ese? Y ¿Por qué estira su mano? ¿Quiere tocarlo de nuevo?
-  Jacob Black – dice simplemente pues su abuelo le ha dicho que no hay que ser maleducado.

-  Estrecha mi mano Jacob – el moreno  frunce el seño  - así – dice Renesmee tomando la mano de Jacob y moviéndola como su padre le ha enseñado que se saluda.

-  ¿Por qué? – Jacob está confundido pero la mano de esa niña se siente bien contra la suya.

-  Porque así se saluda a un nuevo amigo – ella sonríe

-  Oh y ¿Cuánto tiempo tenemos que hacerlo?

Renesmee suelta su mano en ese instante pues se da cuenta que no lo había soltado, no sabe porqué pero le da vergüenza y sus mejillas están sonrosadas, algo que no se ve todos los días.
Jacob sonríe, le gusta ese gesto que acaba de hacer la niña además su cara se ha tenido color, a él no le  han pasado desapercibidos algunos caracteres de la pequeña como que es muy blanca… como la nieve – sonríe – a él le gusta la nieve y que es rubia, no exageradamente como en algunas chicas que ha visto en la playa pero es rubia como el sol – vuelve a sonreír – la niña es nieve y sol en una sola, eso es extraño pero le gusta.
-  Eres muy blanca – comenta

-  Oh si, y tu eres… no blanco – Jacob ríe fuerte

-  Soy un Quileute, nosotros no somos blancos

-  ¿Qué es un Quillote?

-  Quileute, es una tribu, mi tribu vive aquí en la reservación.

-  Oh yo no sé que soy

-  Eres una cara pálida, eso dijo mi abuelo aunque para mi te pareces mas a la nieve. 

-  Me gusta la nieve

-  ¿cómo me dijiste que te llamas? ¿renam?

-  Renesmee – la pequeña bufa pues nunca nadie puede decir su nombre y Carlie no le gusta

-  Es extraño – dice Jacob – tanto como mi segundo nombre por eso no lo uso

-  ¿Cuál es?

-  Ephraim – dice con dificultad – soy Jacob  Ephraim Black 

-  Mejor te digo Jake – ella sonríe y él se extraña

-  ¿Por qué?

-  Porque eso hacen los amigos se ponen… apodos, sí  eso eran, los amigos se ponen apodos tiernos – ella se ríe – además Jake te sienta bien.

-  Tu y yo… ¿somos amigos?

-  Bueno yo te cuide cuando lloraste y tú me enseñaste cosas como que soy una cara pálida y tu un no sé qué cosa y además me dijiste algo bonito, así que sí somos amigos porque eso es lo que hacen los amigos. – termina

-  Ok, entonces yo te diré… Nessie

-  ¿Qué? ¿Cómo el monstruo?

-  Ajá, mi abuelo dice que es especial y tú eres especial, además es algo que puedo decir y me gusta.

-  Ok a mí también Jake…. Mmm ¿quieres hacer castillos de arena? Es la primera vez que haré uno – ofreció la pequeña

-  Claro, mi abuelo y yo lo hacemos siempre que viene a visitarme… yo puedo enseñarte si quieres.

Renesmee asintió emocionada y ambos niños se acomodaron para realizar su castillo, Jake era muy bueno en esto y Nessie se frustraba ante esto pues ella quería ayudarlo.
Desde el otro lado Edward observaba a su hija jugando con un niño y al parecer por su apariencia era un Quileute, a él le agradaban estas personas, en más de una vez había trabajado con ellos, pues al ser Biólogo había conseguido que lo dejaran experimentar con especies de la reservación además de haber hecho un proyecto acerca de la preservación del lugar.
Bella observó a su esposo y sonrió para sí era tan propio de él  perderse en sus pensamientos, se paró  y camino hacia él tratando de ver lo él veía y sonrió aún más su pequeña hacía un castillo de arena con un niño, ella se veía tan feliz y su madre claro también lo estaba su hija ya estaba más cerca de ser una niña normal, ahora solo esperaba que no tenga una recaída.
Jake termino de poner el último detalle a su torre, estaba perfecta justo como su abuelo le había enseñado, levantó la mirada para ver la torre de Nessie y se encontró con esos ojos marrones que había notado cuando ella le limpió los ojos pero esta vez estaban llorosos, él no entendía que pasaba, bajo la vista a ver la torre y no vio nada parecido a lo que buscaba.
El entendió al instante y se acerco a Nessie, ella dejo caer una lágrima y se limpio con la mano observando a Jake. Este tomó las manos de Nessie colocando sus manos por encima de las de ella y empezó a acomodar la tierra, Nessie se fue acostumbrando al movimiento y pudo terminar de hacerlo ella sola.
-  Gracias – dijo ella

-  De nada, es lo que hacen los amigos ¿no?

-  Sí, eso es cierto

-  Renesmee vámonos ya es tarde – gritó su padre

-  Oh no – bufó ella – mmm Jake ¿vienes aquí todos los días?

-  Ah sí no me gusta estar mucho en casa

-  Bien le pediré a mi mamá venir mañana en la tarde ¿nos vemos aquí?

-  Claro Nessie, adiós – dijo Jake con una sonrisa muy triste

Renesmee colocó un dedo sobre los labios de este provocando que Jake deje de rspirar de nuevo.
-  Shhh – dijo – no adiós Jake, hasta luego, yo no quiero despedirme de ti. – y si decir más corrió junto a su padre
Jake la observo irse en brazos de un rubio y vio que ella le hizo un gesto con la mano, el la imito y ella sonrió y desapareció de su vista.

Jake miro sus torres y se volvió a sentar donde antes de que Nessie llegue se había sentado, suspiro profundamente, no quería llegar a casa de seguro su padre seguiría borracho y eso solo podría significar que a él  le tocaría una golpiza.

Decidió quedarse ahí hasta que su madre o Leah vinieran por él, igual lo regañarían y quizá pegaran pero al menos habría hecho algo para ello.

Se acomodó en la piedra y susurro:
 -  Hasta luego Nessie.  

jueves, 19 de enero de 2012

Prohibida Pasión - Capítulo 4

Un cuarto de hotel cada cierto tiempo es el único testigo de 
dos amantes y una prohibida pasión que
 rebasa los límites de la cordura

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Cena de Ensayo
Parte 2


Nos dirigimos a la mesa principal reservada para los novios y familiares más cercanos, Nahuel me recorrió el asiento para que yo pudiera sentarme y cuando lo hice deseé morir al  instante pues al levantar la mirada me encontré con un par de ojos negros penetrante como la noche misma que me miraban con enojo, rabia, pero por sobre todo  con tristeza.

No me di cuenta de que ambos nos quedamos congelados en aquella conexión visual hasta que mi padre quien estaba sentado a mi derecha tocó mi hombro para atraer mi atención provocando un pequeño salto de mi  parte por la sorpresa.

Nahuel se rió ante mi susto repentino y paso su brazo por mis hombros atrayéndome hacia sí. Ese gesto era tan propio de él, yo siempre lo catalogué de protector pero Alice decía que más bien parecía estar señalando su territorio cuando hacía eso.

Voltee a ver a Alice ante el recuerdo y me encontré con que ella miraba de forma reprobatoria en mi dirección - “territorio” – logré leer en sus labios cuando articulo la palabra solo para que yo la entendiera, miré a Jake de nuevo y él tenía una sonrisa triunfante en el rostro mientras miraba a mi prometido y eso fue todo lo que necesité para saber que Alice tenía razón.

¿Acaso Nahuel sabía algo? ¿Se había dado cuenta? … con solo pensar eso me acurruqué más contra Nahuel y deposité un pequeño beso en su mejilla. Él sonrió y quiso devolverme el beso pero justo cuando sus labios iban a tocar los míos, volqué la cara asustada, sorprendida e incrédula hacia Jake, él se las había arreglado para rozar mi pierna por debajo de la mesa provocándome un escalofrío que recorrió todo mi cuerpo.

Nahuel siguió mi mirada y gruño bajito como para que solo yo lo escuchara, tal vez no debí mirar a Jake… había sido muy obvia.

-  Ren, querida ¿por qué estás tan pálida? – pregunto la madre de Nahuel

Abrí la boca queriendo responder pero no tenía idea de que, de modo que me quedé con l boca abierta y una clara expresión de incomodidad.

-  Oh mi amiga siempre se pone así cuando Nahuel quiere hacerle cariñitos en público – contestó Alice lanzándome una mirada de “me debes una” – siempre ha sido tímida – terminó sonriendo en mi dirección

-  Sí, eso es cierto – comentó Jasper riéndose de mí – Nessie tiene escrúpulos a diferencia de sus hermanas – dijo y al instante fue fulminado por Rose y por Bella.

-  Oh es comprensible – dijo Pire tomando cariñosamente la mano de Johan

-  Y disculpen la intromisión y todo eso pero ¿Cuántos hijos planean tener? – intervino Johan

-  ¿planear? – mi madre frunció el seño

-  Pues claro, no querrán terminar como conejos pero los herederos son importantes, un hombre debe estar en sus planes sí o sí – miró a Nahuel – y sería conveniente que fuera el mayor, después de todo, los hijos son una inversión más en la vida.

-  Papá no estoy seguro pero creo que acaban de decirles conejos – rió Jake

-  Oh no, Johan no se refería a eso, además ustedes ya tenían todo cuando nacieron los gemelos , en cambio ellos recién se casan y tener hijos pronto no es conveniente y menos si son varios –Johan miro enojado a su esposa y ella se apresuro a aumentar – claro el primogénito tampoco debe hacerse esperar mucho.

Mire a mi padre y vi claramente su molestia, los padres de Nahuel  siempre eran chapados a la antigua, digamos que era lo único malo de Nahuel oh y claro que el había adquirido algunas de esas inclinaciones también.

-  En realidad – comencé – no hemos hablado del tema pero… - mire a Nahuel –no tenemos apuro alguno – sonreí

-  Bueno la luna de miel lo dirá – Johan se encogió de hombros y Jake lo miro reprobatoriamente

-  Sugiero hablar de otra cosa antes que Jake y yo nos deshagamos del prometido – dijo seriamente Jasper haciendo que casi todos se rían, claro excepto él, Jake y yo.

-  Ok y dime Nessie, Nahuel dijo que tu lo estabas pensando ¿Qué será primero, la boda civil o la religiosa? – preguntó

-  ¿Religiosa? – Jake preguntó y se carcajeo un segundo después – Nessie casándose por lo religioso, ¡eso tengo que verlo! – dijo burlonamente en mi dirección.

-  ¿tiene algo de malo? – inquirió Nahuel

-  Oh bueno, no nada solo que Nessie no puede casarse por lo religioso – dijo como si estuviera hablando del clima y yo por mi parte estaba muy confundida ¿religioso? ¿Cuándo Nahuel y yo hablamos de matrimonio religioso? Habíamos dicho claramente que sólo me casaría por  lo civil dado que yo…

-  ¿a qué te refieres? – dijo ya más serio y su tono radicando en el enfado

-  Bueno señor yo creí que conocías a tu “futura esposa” – hizo señas con los dedos Ganándose una reprimenda de mi madre – bueno MI Nessie no puede casarse por lo religioso dado que es atea. – termino sonriéndome

-  ¿Qué? – Nahuel me miró sorprendido y espantado

-  Jake tiene razón y te lo dije, antes de siquiera ser novios – le espeté enojada – además el otro día claramente acordamos que solo nos casaríamos por lo civil y tu dijiste que lo que tu familia opine acerca de ello no te importaba porque tú me aceptabas atea y todo así que ¿por qué pones esa cara “de Oh Dios Mío”? – le reclamé

-  Espera – empezó Johan – Nahuel ella es atea y tú nunca lo mencionaste, ¿Qué clase de prometido eres? En todo este tiempo pudimos llevarla a la iglesia y hacer que cambie…

-  Yo no voy a cambiar – exploté y me puse de pie señalando a Nahuel con mi dedo – dijiste que no importaba, dijiste que la religión no era un problema y que tus padres también lo aceptaban pero ¡¡¿NI SIQUIERA LES DIJISTE?!! – grité sin importarme los invitados

-  ¿Qué QUERÍAS QUE HICIERA? QUE LES DIGA: ¡¡MAMÀ, PAPÁ MI NOVIA VA EN CONTRA DE TODAS NUESTRAS COSTUMBRES!! – me gritó poniéndose de pie y mirándome con furia – TENÍA LA ESPERANZA  Y FÉ EN QUE TE CASES POR LO RELIGIOSO POR NOSOTROS, POR NUESTRO FUTURO SIN HACER TANTOS PROBLEMAS – Nahuel empezó a respirar pesadamente

-  Claro, claro está bien, yo tengo que cambiar ¿Y TÚ QUE? BIEN GRACIAS CON TU  FAMILA Y YO FINGIENDO SER ALGO  QUE NO SOY – la rabia se había apoderado de mí – NO VOY A CAMBIAR Y NI MAÑANA NI  NUNCA NO ME CASARE POR LO RELIGIOSO.

-  RENESMEE!! DEJA DE COMPORTARTE COMO UNA CRÍA POR AMOR DE DIOS – lágrimas se empezaron a formar en mis ojos sin poder evitarlo.

-  Me largo de aquí! – dije lo más calmada que pude y me gire para encaminarme a la salida cuando sentí un agarre fuerte en mi brazo, haciendo que un grito tanto de sorpresa como de dolor se escapara de mis labios

-  TU NO TE VAS A IR!! YA….

Un puño se estrello en el estómago de Nahuel haciendo que este me libere, voltee y ví a un muy enojado Jake a mi lado.

-  Si vuelves a tocarla así, te juro que te mato antes de que te des cuenta

No esperé a terminar de ver como mi familia y la de Nahuel se reunían alrededor de este y salí corriendo del lugar, en mi camino pude escuchar gritos de Alice y Jasper llamándome, a Johan insultando a Jake, a Emmet defendiéndolo, a mi padre disculpándose con los invitados, a mi madre y a Bella sollozando y a Rosalie discutiendo con Pire y Hiulen.

Continué corriendo hasta que uno de mis tacos se rompió – Alice de seguro va a matarme por esto – pensé ate de quitarme ambos zapatos y seguir corriendo, algunas lágrimas se escapaban de mis ojos pero no podían importarme menos quería llegar al parque de la siguiente calle y sentarme en la orilla de la fuente que estaba en el centro de este. Ese parque siempre fue mi consuelo desde que mis padres se reconciliaron, era el único lugar en el que realmente estaba sola para pensar acerca de los tantos cambios que estaba experimentando y ahora… pensar era lo que yo más necesitaba.

Cuando llegué, el parque estaba completamente vacío lo cual no era extraño para ser las doce de la noche, me acomodé en la orilla de la fuente y abracé mis rodillas, escondí mi rostro y comencé a llorar, lloré por Jake, lloré por la vergüenza que pasé, llore porque me pelee con Nahuel un día antes de mi boda, llore porque por mi culpa nuestras familias habían discutido, llore porque no pude ser para Nahuel lo que hubiera querido, llore por no comprender  a mi prometido, por exagerar la nota y por sobre todo llore por sentirme tan mal conmigo misma.

Yo amaba a Jake con locura y sentía que traicionaba a mi corazón y a mi propia alma al estar a punto de casarme con Nahuel – un suspiro escapa entre mis sollozos – ojala no le hubiera dicho que sí a Nahuel, ojala hubiera enfrentado a mi familia aunque Jake no lo hiciera conmigo… ojalá simplemente hubiera actuado con madurez en lugar de con cobardía pero ya era tarde, el hubiera no existía y habían dos opciones. O aceptaba mis decisiones y me casaba con Nahuel y me hacía cargo de mi desastrosa vida de una vez por todas o huía de todos y de todo como había dicho Jacob.

-  ¿Qué debo hacer? – dije en voz alta – casarme no me agrada pero huir… no puedo – sollocé

-  Si puedes amor… conmigo – unos cálidos brazos me abrazaron por la espalda

-  ¿Cómo me encontraste?

-  Ness vienes aquí desde el primer día que te vi, literalmente hablando

-  En ese entonces me odiabas – levante el rostro me giré para  verlo mejor

-  Sí, nos peleamos al segundo de vernos… o te traté mal y saliste corriendo y papá me ordenó seguirte y aquí fue donde viniste – Jake besó mi frente y me sonrió de forma relajada

-  Si, puedo preguntar algo? – el asintió - ¿Por qué me trataste mal?

-  Pues… - se rascó la cabeza – bueno cuando te vi parada en la puerta de mi casa me causaste curiosidad y luego cuando te tenía en frente y vi tus ojos yo… supe que… agh es tan cursi decir esto pero… yo sabía que lo que Rose me decía de que un día encontraría a alguien que haría a mi corazón latir desbocadamente hasta con el  mínimo acto, ya se había cumplido y Rose tuvo razón tus sonrisas, tu timidez, cada uno de tus actos hacían que mi pecho me doliera y no estaba seguro de si me gustaba o no y luego supe que eras mi hermana y me enojé porque no podía quererte como ya te quería y me parecía injusto.

-  Oh

-  Y pues yo te traté mal porque no  quería  bueno más  que nada no podía quererte e intentaba hacer que me odies pero tú y tu maldita sonrisa – tomo mi barbilla y me obligo a mirarlo a los ojos - y tus hermosos ojos achocolatados me lo hacían tan difícil… justo como ahora.

-  Jake puedes… - no no debía pedirle aquello sería un error

-  Ness he decidido algo – beso mi frente una vez más – que coste que estoy algo borracho pero decidí hacerle caso a Billy, es un gran tipo pero… bueno el dijo:

Si tú la amas, déjala ir
Pero si ella nunca regresa
Nunca fue tuya

-  Billy dijo que alguien lo había dicho y bueno dijo otras cosas – frotó su nariz con la mía – te amo Ness y estoy seguro de que – puso su mano en mi corazón – esto es tan mío – puso mi mano en el suyo – como esto es tuyo y si somos almas gemelas como yo siempre he creído, tu y yo volveremos a reunirnos, si tu quieres casarte está bien, yo seré feliz si tú lo eres y descuida amor mío, no llores – me limpio las lagrimas – si no fue en esta vida será en la otra – y sin más besó mis labios robándose mi alma en cada roce.

-  Jake sácame de aquí – susurre contra sus labios

-  Te llevaré a casa –dijo tomándome en brazos como si de un bebé me tratara

-  No! – me aferro a su cuello buscando consuelo – llévame a un hotel, no quiero ver a nadie más que a ti – deposité un beso en su cuello

-  Ok

Cuando llegamos al hotel, y luego a nuestra habitación, Jake me depósito en la cama, para entonces el ya estaba casi sobrio, se echo a mi lado y me acomodó en su pecho y luego empezó a jugar con mis risos,

-  ¿Por qué mencionaste mi ateísmo? – inquirí apoyándome en su pecho

-  Porque no creía en todo el circo que estabas armando y encima matrimonio religioso y además debiste haber visto tu cara – se sonrió

-  Me la imagino – dije riendo también – mmm gracias por defenderme – besé su mejilla

-  No podía dejar que ese imbécil – respiro profundamente –no quiero hablar de ello

-  Jake ¿te acuerdas cuando ambos coincidimos en que éramos ateos? – pregunte moviéndome el labio inferior

-  Como olvidarlo, fue la primera vez que te hice el amor, ambos sabíamos que estaba mal pero no era como si no hubiéramos intentado no hacerlo, de alguna manera si hubiera un Dios no habríamos sido hermanos, esa fue nuestra conclusión – dijo pensativo – de todos modos…. ¿Qué estás haciendo?

Me deshice de su corbata y empecé a desabotonar su camisa, necesitaba amarlo y que el me ame aunque sea solo una vez más.

-  Ámame – susurre contra sus labios antes de besarlo profundamente.

En un principio quiso detenerme pero poco a poco se relajo y después de lanzar un pequeño gemido en mi boca él empezó a recorrer mi cuerpo con sus manos como tantas veces ya había hecho.

Poco a poco descubrió el sierre de mi vestido y lo bajo, sin embargo al encontrarme yo  encima de él, le fue imposible quitármelo, gruño de frustración provocando risas en mi.

Giro nuestros cuerpos quedando yo debajo de él, se apoyo en sus rodillas y se deshizo de mi molesta prenda y de su camisa, luego reclamó mis labios una vez más, yo se los di gustosa, una de sus manos se coló por debajo de mi espalda y me levantó ligeramente mientras que su otra mano se deshacía de mi sostén.

-  Ness te cases o no, hoy… no te me escapas – susurro antes de atacar mi cuello con besos húmedos

-  No planeo ir a ningún lado – se aparto para encontrarse con mi mirada

-  Y mañana tampoco lo harás – suspire – me refiero a que nos iremos juntos… no quiero despertar… solo-

-  No lo harás – susurre mientras mis manos intentaban desbrochar su pantalón.

Esto estaba bien, Jake y yo, de cualquier otra forma todo sonaba mal... mi lugar era con él... más no mi deber... y tampoco mi futuro.